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El libro, nuestra película.

Para todos los que quieren saber las ventajas de ser un cinéfilo-lector.

Libro portada 1999

Hola extraño, te contare mi historia. Tal vez muchos adolescentes y jóvenes vieron esta película (The Perks of Being a Wallflower), y algunos no solo la vieron, sino que la leyeron antes de que salga en pantalla, puesto que esa era la moda en aquellos días. La finalidad de muchos era tener el poder de criticar la cinta porque: ‘!le falto aquello¡’, ‘!ella no era rubia¡’, ‘!no me imaginaba esta escena así¡’, entre otras millones de razones que los fanáticos, que queremos complicar nuestra existencia y la de otros decimos por decir, conscientes de que no es posible calcar a viva imagen cada secuencia de un libro en la película como nos la imaginamos porque a) no todos imaginamos igual b) hay cosas muy complicadas de realizar y que solo podemos imaginar. Aunque si hay un componente muy importante que personalmente creo firmemente debe existir en este tipo cintas y esto lo comentare más adelante. El detalle conmigo es que por mucho que me guste fastidiar adoro mucho las interpretaciones buenas y hay actores que a veces no logran brillar en todos sus papeles, pero, ¡mama mía! si que me emocionan en dos o tres de sus películas. Logan Lerman me había atrapado con la terrible adaptación de Percy Jackson y el ladrón del rayo, para mayor referencia por favor lean la saga, les juro que lo vale desde que empiezas las primeras líneas del capítulo primerísimo de la saga. ¿Ya ven? a eso me refería con que soy quisquillosa, pero debo admitir que cuando vi el ladrón del rayo no había leído el libro, fue luego de verla que dije—bueno no esta tan mal, vamo a ver el librito— y, pues solo diré que terminé amando a Rick Riordan y leyendo todas sus sagas posteriores, no recuerdo haberme reído tanto. En fin, me estoy yendo por las ramas, volvamos, pese a la película que como guion adaptado y dirección dejaron mucho que desear para los fanáticos de los libros, la actuación de Lerman me cautivó. Había algo en él, entonces unos meses antes de saber siquiera que sería película leí el libro, The Perks of Being a Wallflower y lloré. Esto de llorar lo saben las personas que como yo llegamos a sentir a algún personaje en la piel y en los huesos. Me identifiqué con él, creo que pocas personas cuando son jóvenes no pueden negar a reconocerse en un marginado, un invisible. Sobre todo, los que como Charlie han pasado por cosas que no entienden, que prefieren arrancar de ellos, pero no pueden porque esta en cada uno de los centímetros de su cuerpo y es parte de su historia. Ese miedo, esa desesperanza, esa fe, la furia, la frustración, la confusión, el amor y la tristeza que acompañan a Charlie en el transcurso de sus cartas enviadas a ese extraño, que actuó con integridad en aquella situación complicada, me acompañaron a mí también. No solo en el libro sino también en la película. Esa satisfacción al defender un ser querido. Te entendí Charlie, espero que no te ofenda que mis amigos me llamen así de apodo, porque a mí nunca me molestara escuchar tu nombre porque escucho tu historia y la entiendo. Ese es el componente que toda película de adaptación debería poder cumplirnos, trasmitir esas emociones y sensaciones del papel a la pantalla. Se que no siempre será igual porque a todos nos pueden trasmitir distintas cosas, pero si algún día decides dirigir una adaptación, siéntate y escucha, no solo lances ideas cuéntame la misma historia, permíteme ser un marginado que logra comprender que sucedió y sentirse infinito.

Película portada 2012

Gracias extraño que aun actúas con integridad. Nos vemos la siguiente.

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